Siempre que escucho hablar de una migración web o participo en ella, oigo la palabra “parto”.
No valido la comparación, pero tiene ciertas similitudes: como SEO, lo hemos buscado o no. Lleva su tiempo de incubación. Preocupa. La segunda vez es más fácil…
Donde ya no vale la comparación, es que para una migración SEO, el objetivo principal suele ser que mirando Analytics después, queremos ver que Aquí No Ha Pasado Nada.
Una migración bien planificada no tiene porque significar una pérdida de tráfico o visibilidad. Pero si queremos evitar un desastre, tenemos que seguir unos pasos obligados, de no ser así nos puede pasar una cosa como esta:

O esta:

Índice
Toggle1. Revisión del nuevo site
Antes de nada, el responsable SEO ha de ser atento al desarrollo del nuevo site, para que cumpla con sus especificaciones previas:
- Formato de URLs
- Meta-datos y encabezados
- Directivas de indexación (canonicals, meta-robots, fichero robots.txt)
- Enlazamiento interno (menús y enlaces estructurales, paginación…)
- Mobile friendly test aprobado
- Sitemaps .xml
- Velocidad de carga (ha de ser igual o mejor que la del site actual)
- Datos estructurados
- Tracking de Google Analytics implementado en todas las páginas
Una auditoría interna, vamos.
Idealmente tenemos un entorno de test, pero sea o no el caso, uno de los primeros inputs del SEO será asegurar que este dominio ¡no se indexe! La mejor manera será limitando el acceso a ciertas IPs, pero también se puede proteger por contraseña, o bloquear con el fichero robots.txt:

2. Identificar todas las URLs del site existente
Obviamente este proceso empieza por rastrear el site con una herramienta como Screaming Frog, que nos dará el listado de todas las URLs actualmente vinculadas dentro el site. Para ello tendremos que asegurar que la configuración de la herramienta nos permite ignorar las indicaciones de robots.txt y enlaces nofollow.
Pero ¿qué hay de las páginas huérfanas, dominios abandonados y demás URLs perdidas? Para completar la migración al 100%, o acercarnos, tenemos que tener en cuenta estas URLs que en su día se crearon.
Las podremos encontrar en:
- Google Analytics (remontando en el tiempo lo más posible, viendo todas las URLs con alguna página vista)
- Listados de páginas que reciban enlaces externos (en herramientas como ahrefs, por ejemplo). Estas páginas son muy importantes de migrar, precisamente porque reciben enlaces!
- Documentación antigua (si tenemos suerte), como sitemaps y rastreos que hayamos hecho en el pasado.
3. Cartografía de las redirecciones
Si nos hemos preparado medianamente bien, ya tendríamos listo un documento con un resumen de los patrones de cambios de las URLs para cada tipo de páginas (no estamos hablando de una migración de dominio, esto es casi pan comido, sino de una migración que implique cambios en el formato de las URLs).
Pero es importante tener un mapa completo, URL a URL.
Una vez completado el listado de las URLs existentes, tenemos que cruzarlo con unos datos que nos ayudarán a tomar las decisiones correctas:
- Estatus http de cada URL
- Estatus de indexabilidad (Screaming frog tiene una dimensión muy útil que resume todas las directivas de una URL con un “indexable/no indexable”)
- Datos de tráfico (total y orgánico) de cada URL
- Tipología de página (para distinguir Home, páginas de categorías, posts de un blog, pero también URLs de zona logueada de usuario, imágenes, etc)
Con estos datos básicos, podremos decidir qué URLs (o tipologías de URLs) nos interesa redirigir y cuáles podemos deprecar/desindexar.
En una tabla tendremos pues todas las URLs existentes con estas columnas, a las que tendremos que añadir una donde pondremos las URLs nuevas a las que redirige cada página con un 301.
Esta tabla es esencial porque además de definir las redirecciones por hacer, nos permitirá revisar después de la migración (¡justo después!) que todo esté en orden: rastreando el nuevo site, cotejaremos las redirecciones reales con las definidas previamente.
Es ideal que este documento se comparta no sólo con el equipo técnico que realizará la migración sino también (al menos un resumen) con el responsable de la web a nivel de producto/estrategia.
4. Calendario
Prever la fecha de la migración es clave y se ha de hacer conjuntamente con todos los involucrados: todos los integrantes del proyecto han de estar disponibles por unas cuantas horas seguidas, y además deberemos elegir un momento en el que el tráfico y las conversiones están al más bajo (momento del año, de la semana…).
Además, una regla de oro: nunca se migra un viernes (incluiría el jueves), y ¡siempre por la mañana!
Resumiendo:
Antes de migrar tenemos que tener claro:
- Que el nuevo site está optimizado para SEO
- Que tenemos controladas todas (o casi todas) las URls a migrar
- Que sabemos adonde irán a parar todas y cada una
- Que tenemos un equipo preparado para responder rápido a todas nuestras peticiones
Hasta aquí el curso de preparación al parto-migración.
¡Enhorabuena!